LA TRAVIEZA TORTUGUITA ROSITA Y EL CARACOL

La llaman Rosita a la niña tortuguita; de verde caparazón y muy dura como las piedras, que la ocultan y que pasea a diario, camuflada entre ramas y tronquitos de helechos, sábilas y margaritas, Rosita es perversa esta de cazadora y amenazando, detrás va de unas hormiguitas.

De pronto se encuentra en su camino con un caracol

 ¡ es el más grande de todos !  

ella al verlo se sorprende y se oculta en su caparazón

.- ¡ ja ! 

Se burla el caracol y le dice :

– ¡  pensé que me ignorarías y sin embargo te hice temblar de puro miedo !  

– ¡ ja, ja, ja !…

ríe y le pregunta 

-¿Qué andas buscando por aquí  tortuga ?

Rosita la tortuga ruborizada de la cólera muy oronda, 

le contesta :

– mis lentas patitas me llevan sin rumbo, busco algo de comida,  agua y sol

– ¿Dime si tú has visto todo esto caracol?

enfatizo sarcástica …

– ¡ Claro que sí !

 contesto el caracol y le responde :

– ¡Ven y te lo demostrare !   

Por lo consiguiente la tortuga y el caracol muy agitados se fueron,

dejando sus húmedas huellas atrás.

Cuando menos se lo imaginaron encontraron un claro de luz, iluminado por el sol;

donde al lado estaba un pequeño charco de agua de lluvia

pudieron beber y descansar los nuevos amiguitos.

Al mitigar la sed y el cansancio 

la  tortuga Rosita pregunto :

– ¿ Como te llamas amigo caracol ?

lo que rápidamente respondió el caracol;

– ¡Me llamo  Rogelio y soy el más grande de la familia!

La tortuga sigue interrogando

– ¿ Donde vives ? 

responde el caracol Rogelio

– Vivo cerca de las margaritas. –

Dice Rosita :

– ¡ oh !

¡ seremos muy buenos vecinos !

te agradezco tu amistad. 

A si muy animados continuaron su paseo;

y cuando el sol ya caía, dispuestos estaban a tomar una siesta,

 entre unas hojas secas, bajo la tibieza y murmullo del atardecer

al son del cantar de los pajarillos;

ya casi adormitados…

sintieron de pronto una enorme y negra sombra,

que oscureció su tranquilo espacio de luz;

muy sobresaltado el caracol Rogelio quedo al instante perplejo del susto

y es cuando grito, gimió y ya  retorcido en su caparazón de miedo;

fue que se animo a abrir sus ojitos levantando sus antenitas

encontrándose como nunca reflejado ente los ojos de un humano 

y no pudo evitar sentir el espanto y el horror de observar que levantara;

con sus enormes manos a su amiguita la tortuguita Rosita.

No pudo mas presenciando lo inevitable, sospechando e imaginando que la lastimaría,

y se puso a gritar con todas sus fuerzas 

– ¡ No le hagas daño !

se escucharon entre sus gritos del caracol 

– ¡ auxilio sálvennos !

Decía el caracol en su lecho de desesperación, jadeaba cansado

y exhorto que la liberen a su amiguita.

Ya al punto de colapsar entre lagrimas en forma de burbujitas que salían sin cesar

no ceso pidiendo a  gritos que no la lastimen a Rosita…

ya  en su ultimo aliento y desfalleciendo por el dolor de ver perecer a su amiguita, fue cuando pensó lo peor que le podía suceder a el también  y que era demasiado tarde para salvarla.

  A su mente vinieron las advertencias de los suyos, la mala costumbres, la tradición y los mitos, de la crueldad acerca de lo que sabían de los humanos, que siempre sucedía lo mismo, lo malo que se portaban con la naturaleza y los seres que habitan allí ; y que era preciso huir y temerles ya que eran 

nocivos como los insecticidas y pesticidas que ellos rosean generando extinción de muchos seres vivos.

El humano y su mal obrar lo hacia con frecuencia y su natural desconfianza lo cegó por completo.

Y no quiso ver el final de la suerte que correría Rosita la tierna tortuguita que yacía entre sus enormes humanas, y que aquel día acababa de conocer, resignado, se dejo vencer por su dolor y cerrando sus  ojitos para no ver el desenlace fatal de lo que sospechaba y de lo que vendría a ser testigo de un acto cruel hecho por la mano del hombre, era la esperada caída y dar contra el suelo, ya podía verla caer de tan grande altura y sabia que jamás resistiría su pobre amiguita, se tapo las antenitas 

y espero un ¡ trac de caparazón !

Un gemido…

un chillido…

finalmente !!

¡oh! solo se escucho el silencio; apretando su sollozo en la garganta, al fin pudo abrir sus ojitos y  finalmente pudo comprender que nada malo paso,

Luego todo se quedó en un mortal  silencio…

Fue cuando Rosita irrumpió al decir

– hola humano Leonardo,

– dime ?

– ¿me trajiste mi lechuga favorita?

 muy tranquila exhalo un suspiro; que bueno que no se te olvido amigo

y dejando allí una enorme hoja de lechuga el humano se alejo de allí

– ¡ aaaah ¡

– ¡ que placer, caracol Rogelio ven comamos!

El caracol, no salía de su asombro solo atino a decir

– Por poco muero de la impresión!

– ¡ a ti solo se te ocurre comer !

La tortuga contesto:

-Perdóname caracol y permite que te instruya e ilustre algo que quizás no conoces de los humanos,

que todos no son malos y mezquinos.

y muy orgullosa comenta:

– ¡ fíjate aquel humano es mi buen amigo Leonardo 

asombrado exclamo Rogelio el caracol:

-¡ un humano es tu amigo !

– ¡ si !

le responde la tortuguita Rosita:

-¡ un humano y de los buenos !

y le aseguro que ella confiaba en él

y que estaba segura que jamás le harían daño,

muy tranquila se dirigió al caracol que estaba más pálido y empapado como nunca lleno de burbujitas.

la tortuguita Rosita con mucho afecto le dice:

– ¡ ven a comer esta deliciosa hoja de lechuga !

el caracol exhalo un suspiro de tranquilidad

y muy reflexivo dijo:

– ¡  yo que creí qué te estaba haciendo daño !

  Comento la tortuguita Rosita:

– ¡ a mi amigo Leonardo se le da por levantarme y muy de cerca mirarme a los ojos !

-Aquel gesto es su saludo y muy suavemente nuevamente me deja en la tierra, junto a algunos alimentos, y mucha agua, es un regalo que recibo con mucho aprecio…

-No te hará daño es uno mas de los buenos humanos, conscientes de que están rodeados de seres vivos como lo son ellos y jamás nos harán daño;

-Siento mucho el gran susto que tuviste

– ¡ahora hay que celebrar un día más de vida en este bello jardín!

así que pásame la ensalada caracol Rogelio y bebamos mucha agüita.

 

 

                                                                                              FIN 

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