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La mujer, de dulce y tierna conducta…
esfinge dura como la sal
A veces brava como un huracán,
Ambigua como las olas
que van y vienen a la orilla del mar …
Hasta las rocas son blandas ante su voz llena de amor
y bravías cual fuera su enojo …
se vuelven esfinges duras como la sal
si la ves en manso reposo
son cálidas como la arena;
Después de una tormentosa paracas
es tranquila y angelical al amanecer
esta lista como ninfa de mar con toda su frescura
para saltar de aquí allá en perpetuo gozo
si la descubrieras en su mundo misterioso
detrás te embarcarías alzando las velas al infinito,
y si bebieras de su copa
solo encontrarías sabiduría …
nunca se llenarían las miles de hojas, para describirte
tan solo mira el inmenso océano
y el infinito de sus aguas,
mira, que están en cada continente
así las vieras a todas corriendo bajo el sol
sus perfiles reflejados en los mares
quizás no son tan diferentes …
las mujeres que están en todo mundo.
Marilú Ccencho Díaz.